"Diario de mi cuarentena", Chona
El segundo día mis padres me prohibieron ir a casa de mis primos; cosa
por la que me puse muy triste, ya que normalmente pasábamos la mayor parte del
tiempo juntas, sobre todo con mi prima.
El primer fin de semana y el lunes de la siguiente semana fueron los
días más aburridos de toda mi vida.
El martes, día quinto de la cuarentena, empezaron a mandar deberes
online, cosa que me mantuvo entretenida los cuatro días siguientes.
El décimo día ayudé a mi hermano a limpiar a los perros y a ordenar un
cuartito donde tenemos a los hámster y algunos trastos. Este día también echaba
muchísimo de menos a mi prima y decidí ir a verla, claro que con el permiso de
mis padres y a través de una puerta (esta es de cristal y por ahí estuvimos
charlando un poco y luego nos despedimos nuevamente).

El decimocuarto día de este confinamiento me empiezo a agobiar y a
sentir mal…
El décimo quinto día ya me sentía mejor, ya que era un nuevo día y tenía
que ser optimista para lo que quedaba por pasar aún. Como siempre, realicé la
tarea por la mañana y este día fue mejor, debido a que mi padre y yo decidimos
hacer deporte por la tarde. Espero que siga siendo así y hagamos deporte todas
las tardes, de esta manera, aparte de fortalecer nuestro cuerpo, también
fortaleceremos nuestro sistema inmunológico y sobre todo y lo más importante
nuestra conexión como padre e hija.
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