“Lo inesperado”, Ainara Betancor Padilla
Esto fue algo que nadie esperaba, nadie creía que fuera para
tanto;
pero así acabamos todos, encerrados, sin saber si lo hemos cogido o no,
ese miedo de salir por si ocurre algo inesperado, cuando no puedes visitar a
tus seres queridos, solo verlos de lejos…
Esas muestras de cariño
que teníamos entre nosotros fueron requisadas por ese maldito virus; ahora
nuestro uno amigo es la oscuridad en la que nos refugiamos para poder proteger
a los nuestros: ese miedo nunca se nos va a quitar. Ese miedo vuelve cuando pasa una ambulancia cerca
de donde vives y no sabes si ha pasado algo o simplemente es para llevarle la compra
a tu vecina.
Todos nos refugiamos,
en lo que sea, yo lo hacía en los abrazos de mi madre, eso que ahora no puedo
hacer. Ahora mi único refugio es escaparme de mi casa para ir a caminar un rato
por el barranco, sitio donde gracias a dios no pasa nadie y allí puedo ser
libre, respirar ese aire que tanto necesito y que no sabía que valía tanto.
Este virus nos quita muchas cosas, pero también nos las da, pues
nos ha ayudado a valorar las muestras de cariño que teníamos y a valorar lo que
teníamos y no sentíamos que lo fuésemos a perder. También y gracias a este
virus, la contaminación, que era nuestro principal problema, está mejorando.
Aunque siga odiando este virus, le doy las gracias por esas cosas.
Comentarios
Publicar un comentario